martes, 10 de junio de 2008

Requiem

Como parece que esto se está volviendo el sitio de los obituarios y la muerte es mi mejor amante, reivindico la frase plagiada de Iñarritu: "Porque también somos lo que hemos perdido". La muerte de Oscar me regresó muchos recuerdos perdidos de aquella época donde uno iba aprendiendo a ser alguna cosa en el mundo. Ahora que sigo sin saber (y en estos días menos que en ningún otro), estoy pegando en el periódico mural de mis memorias los recortes del recuerdo. Muchos nombres han salido de tanto perderse. No haré la lista para que siga siendo mía, sólo mía, incorruptiblemente mía. Me pasaré el resto de la tarde dándole forma a todo esto, buscando el modo de encontrarle un sitio en medio de la nostalgia. Mañana seré otro, por fortuna o infortunio. Muchos nombre de hoy serán recuerdo mañana, ojalá tengan sitio en la memoria y no se pierdan en el olvido. ¿Tendré sitio yo en la tuya? ¿Tendrás sitio tú en la mía? No lo sé ni lo sabrás. Respetemos el misterio. Si hemos de olvidarnos que así sea, pero, si alguna vez, entre la fugacidad de un instante la memoria nos encuentra, acaso entonces y sólo entonces, seremos esa cosa que tanto mendigamos y que nos da un lugar en el mundo. Si te pasa a ti, ven a decírmelo, me gustaría. Si a mi me pasa, lo sabrás, inevitablemente. Porque a mí mis muertos me han enseñado a recordar a los vivos, de vez en vez, de cuando en cuando. Amigo mío, gracias por devolverme con tu muerte la época que se me había perdido. Ahora me voy a guardarla en sitio seguro donde nadie pueda mancharla con mierda de realidad.

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