jueves, 9 de junio de 2011

Las hormigas

Hace casi 3 años, aunque casi 2 en realidad, comencé a intentarlo. Qué puedes perder, me dije. Hice un plan, o el boceto de uno. Si la vida no tenía ningún sentido, y de eso estaba muy convencido, y tampoco me atrevía a ponerle fin, habría que inventarse un quehacer mientras tanto. Me he vuelto muy funcional desde entonces. Trabajo, vivo a crédito, mis amigos se ríen de mis chistes y las chicas terminan en mi cama. Hasta hay ocasiones en que consigo divertirme sinceramente. Y, sin embargo, me asomo aquí, como no queriendo, como no sabiendo, como sin darme cuenta y aún miro a las hormigas desfilando en la frontera entre el suelo y la pared.