viernes, 27 de noviembre de 2009

Obituario

Espero las completas que no arriban
Y en tanto otra vez me han avisado:
Me voy quedando solo de modo irremediable.

Tu fórmula, más infalible que la mía,
Fue el mejor modo de llevarme la contraria.
Yo ando siempre al borde de la línea,
Tú decidiste cansarte de cruzarla.

Tu herencia, la mujer que ambos perdimos,
Las risas a media madrugada,
Fa dies que no sé quants dies fa,
Aquel libro de pastas deshojadas.

Te adeudo algunos gramos de inocencia
La cuenta va por mí en la siguiente
Con un verso mutilado haré una línea
Y la folía aspiraremos hasta el fondo.

Yo estoy aquí serpenteando tu obituario,
Tú, más allá, huyendo del insomnio
Tengo que confesar que, como siempre,
Te detesto por dormirte tan temprano.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Pausa Noctis

Las agujas anuncian el conticinio de la jornada de Marte y las volutas se esfuman acariciando un techo. El halo de lo intangible danza. La rigidez de los miembros se doblega y se postran esperando la llegada de la sumisión nocturna. En tanto, el orbe alcanza otra gradual quincena que de la siniestra proviene. No ha quedado más que el reiterado sonar del insecto que entre su verde universo se eleva para descender de nuevo cumpliendo la ley inevitable. Todo se ha cumplido ya como estaba predispuesto por las causas. Que no se engañe nadie. El hado es simplemente el cúmulo de verdades que han venido del origen y no de la fatua conflagración de los astros. La colecta de los que han aprehendido el minucioso arte de la glosa gira exigua en torno de ese facto irremediable en el ahora, mas no antes de que el fruto transgrediera su fuente. El péndulo y la campana revelan otra quincena de grados y a la tercera resucitan los engendros auscultados desde el hálito distante que hasta uno de mis cinco ha conducido. Arriba al fin el temporal claustro de mi dual conciencia y en pausa queda otro más de aquellos cinco.