sábado, 11 de octubre de 2008

Domani Capri

Tres días de mierda y la infame sensación del abandono. Por fortuna algunos cómplices que me mejoraron los días y me regresaron la esperanza de que mañana, siempre mañana, Capri estaba esperando. Entre tanto, minúsculos instantes, felicidad infinita. Domani Capri.

No hay comentarios: