sábado, 11 de octubre de 2008

Capri c'est fini

Domani Capri, sempre domani. Capri no llegó. En la última hora lo he comprendido: Capri no llegará nunca. Y sin embargo, por necesidad, por urgencia de motivos, cada mañana me miento frente al espejo que hoy no, pero que mañana, Capri llegará por fin. Domani Capri, me repito cada día, Domani, forse domani, aunque en el fondo todos sepamos que Capri no ha de llegar jamás, y todos ayudan diciendo que Domani Capri y nos reímos y mañana diremos que mañana y aquella mañana que la siguiente, aunque al fin todos sabemos pero no aceptamos, porque aceptarlo es imposible, que no hay Domani, que no hay Capri, porque Capri, aunque no queramos que así sea, Capri c'est fini.

3 comentarios:

Angel dijo...

Te devuelvo en pago, un blog que me hizo recordarme a ti, y aunque no, valio la pena la visita.

http://lausanneenunidiota.blogspot.com/

Angel dijo...

He aqui una probadita:

Escribir y llorar

Se me ocurre a veces que la escritura es también otra forma de llanto: más silenciosa, menos húmeda y alarmante, pero llanto al fin y al cabo. Cada palabra es una lágrima; cada punto y aparte, la pausa durante la cual nos sonamos o sorbemos los mocos.

Escribimos cuando no sabemos cómo más llorar.

... por Idiota en Lausanne a las 2:59 PM

Raymundo Ibañez dijo...

Gracias por la devolución y por la forma de pago. El sitio es fantástico. Encontré ahí muchas cosas que este tipo me plagió antes de que se me ocurrieran.